El diputado libertario electo analizó el nuevo escenario político nacional tras las elecciones y valoró la apertura al diálogo del presidente. También cuestionó la corrupción en la obra pública y anticipó auditorías sobre proyectos inconclusos en Catamarca. –eldiariodecatamarca.com

El diputado nacional electo por La Libertad Avanza (LLA), Adrián Brizuela, reflexionó sobre su reciente elección y sobre los desafíos políticos que enfrentará el oficialismo en el Congreso a partir del 10 de diciembre. En diálogo con el periodista José Alsina Alcobert, para Multimedios La Isla, el legislador destacó que el nuevo Parlamento exigirá acuerdos y madurez política, en línea con el mensaje de apertura expresado por el presidente tras los comicios.

“El presidente habló de un Congreso del consenso. Fue un discurso distinto a otros discursos de victoria, uno de apertura y llamado al diálogo. Creo que los gobernadores tendrán un rol muy central en esta nueva etapa”, expresó Brizuela.

Así mismo, reconoció que su rápido ascenso político de diputado provincial a nacional en menos de dos años fue una sorpresa incluso para él, “Fue un honor que mi espacio haya confiado en mí para representar este proyecto político en el Congreso. Me sorprendió, pero entiendo que se valoró la coherencia: desde el inicio he defendido las mismas ideas, sin cambiar de rumbo según el momento político”, afirmó.

El legislador subrayó que su incorporación a la política fue reciente “Nunca formé parte de ningún partido tradicional. Me afilié por primera vez en 2023 al Partido Libertario, que después se integró a La Libertad Avanza. Mi decisión de entrar a la política nació de la convicción de que era necesario acompañar un proyecto dispuesto a cambiar el país desde la coherencia y la convicción”.

También, adelantó que el gobierno nacional planea convocar a sesiones extraordinarias desde diciembre y que ya se delinearon tres proyectos prioritarios para el inicio del nuevo período legislativo, “Habrá extraordinarias en enero y febrero, y luego en marzo comenzará la agenda ordinaria. Se busca dar claridad y orden a la gestión. Es importante que quienes recién ingresamos al Congreso tengamos en claro hacia dónde va el programa de gobierno”, detalló.

Consultado sobre las recientes reuniones entre funcionarios nacionales y gobernadores, el diputado sostuvo que el gobierno “mantiene un enfoque pragmático” y que el diálogo será una herramienta clave para avanzar en temas como la reforma laboral y la obra pública.

“Más allá del discurso de campaña, este es un gobierno pragmático. Supo ceder cuando fue necesario, como con Aerolíneas Argentinas o la ley bases. No es un gobierno intransigente, sino uno que busca resultados concretos”, indicó.

Por otro lado, se refirió al debate sobre la obra pública nacional, señalando la necesidad de revisar los mecanismos de ejecución ante casos de presunta corrupción, “La obra pública en muchos casos derivó en una cartelización de empresarios amigos del poder. Hay rutas, diques y obras en Catamarca que figuran como terminadas y no existen. Eso no ocurre en el sector privado, donde nadie malgasta recursos”, afirmó.

En ese sentido, adelantó que trabaja sobre un listado de obras inconclusas que habrían recibido partidas nacionales y que podrían ser parte de futuras auditorías, “Tengo información sobre obras registradas como finalizadas pero que no están. En su momento el gobierno nacional habló de auditar la obra pública, y creo que eso debe retomarse. Mientras no se rindan los fondos, no deberían llegar nuevos recursos”, advirtió.
Sobre el traspaso de YMAD

Consultado sobre el traspaso del Yacimiento Minero Agua de Dionisio (YMAD) a la órbita provincial, el diputado consideró que fue una decisión consensuada entre Nación y Catamarca, “Fue parte de las negociaciones entre el gobernador Jalil y el ministro Caputo. Nación entendió que era una empresa con muchos empleados y acordaron que la provincia la absorba. No lo veo mal; habrá que ver cómo se efectiviza en la práctica”, sostuvo.

Finalmente, enfatizó que el país atraviesa una etapa política diferente, donde el diálogo y la eficiencia deberán reemplazar la confrontación partidaria, “Los tiempos cambiaron. Tenemos un Congreso sin mayoría propia, lo que obliga al consenso y al trabajo conjunto. Ese es el desafío que viene: discutir sin dogmas, pero con responsabilidad”, concluyó.